Cuando tenemos en nuestras manos un libro encuadernado con tapa dura, y lo abrimos, el primer elementos con el que nos encontraremos, serán la guardas, éstas son el nexo de unión de la cubierta con el cuerpo del libro, son las que unen estos dos elementos, en encuadernaciones rústicas con tapa blanda este elemento no existe. Pueden utilizarse en blanco o impresas con colores, motivos o imágenes, normalmente se suele utilizar un papel distinto del utilizado para el interior y con unas características concretas.
En los libros álbumes y en los libros ilustrados para niños, este espacio muchas veces
determina propuestas de anticipación a la historia que se va a contar, incluso, se
adelantan mediante indicios algunas pistas que se resuelven más adelante, otras veces
sirven para crear una atmósfera, adelantar el tono del relato o como superficie donde se
distribuyen elementos visuales que contribuyen a la fijación del detalle, una destreza
fundamental para el desarrollo perceptivo.
Yo Milton
Presenta una interesante portada donde el
protagonista, un gato explorador, aparece en posición agazapada, como curioseando al
lector. Internamente en las guardas se recrea un patrón del personaje que ya introduce
un elemento humorístico por la posición invertida de un gato que se muestra en dos
direcciones, reforzando el tono desenfadado de las historias y el hecho de esa movilidad
que lleva al personaje a mirar el mundo desde diferentes ángulos.
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